Sunday, September 21, 2014

Me quieren sacar del juego pero no saben cómo.



Artemisa 21 de septiembre de 2014
Por. Gerardo Paez.
Gerardo Paez.
Estimado lector, deseo pedirles disculpas por utilizar este espacio para hablar de mi persona, pero la preocupación que me embarga no quiero delegarla a otro por lo sensible que considero esta situación.
Resulta que desde hace ya algunas semanas me percaté de la persecución poco discreta de dos personeros del régimen castrista, que en mi municipio de residencia son bien conocidos por sus vínculos con la Seguridad del Estado. Dichas sospecha tuvieron su punto crítico el pasado miércoles 17 de septiembre cuando me disponía a visitar a un viejo amigo opositor como yo, y una vez más estas personas se encontraban detrás de mi manteniendo una ligera distancia que en esta oportunidad sí no pudieron disimular.
Una de estas personas se nombra Omar García, la otra solo sé que le dicen Cetico, un apodo poco común pero que en Artemisa es algo popular ya que este individuo ha ganado cierto reconocimiento negativo por vigilar a disidentes, lo hizo allá por los años noventa contra el líder opositor Lorenzo Paez Núñez y muchos de sus seguidores.
El accionar de estas personas no me causara tanta preocupación sino fuesen parte de una concatenación de hechos que se han vinculado a la represión y el hostigamiento al que estoy siendo sometido; resulta que días antes frente a mi vivienda pasó el oficial de la Seguridad del Estado Rafael Ayes, que en una aparente actitud amistosa, me saludó en dos ocasiones para mi sorpresa con la efusividad y la confianza con que solo se podrían saludar dos hermanos o dos muy buenos amigos y que conste que este no es el caso, porque aquí estoy hablando del mismo oficial que me detuvo el 9 de diciembre del pasado año 2013 cuando intentó impedir que acudiera a la sede de Estado de SAT a una celebración por el día internacional de los Derechos Humanos, o el mismo que me amenazó con enviar a secuaces suyos a propinarme una golpiza, si no desistía de mis actividades Contrarrevolucionarias, como ellos suelen llamarle a nuestras labores opositoras. Es obvio que intentan desacreditarme ante mis vecinos sembrando la duda.
También me deja muy preocupado el hecho de que el sábado 13 de septiembre por la tarde, en plena plaza libertad de este municipio, el Oficial de la Contra Inteligencia Pedro Antonio Martínez, aleas ´´Tuma´´ detuviera su motocicleta marca Suzuki para advertirme que tuviera mucho cuidado, que los accidentes estaban aumentando en Artemisa después que este municipio pasara a ser cabecera provincial, una insinuación similar me la hizo el Oficial de la Seguridad nombrado Felipe, quien acompañaba a Pedro Antonio, este fue más directo al vaticinarme una prisión inminente si continuaba, según sus propias palabras, dándoles dolor de cabezas.
Como se puede apreciar, yo que no creo en coincidencias, percibo un claro mensaje amenazador que me obliga a denunciar a las autoridades cubanas por tales actos violatorios de mis Derechos a la vez que los hago responsables de lo que me pueda suceder a mí y a mí familia quien también está siendo coaccionada por los mismos elementos que me han estado siguiendo cada vez  que tengo que viajar a la capital  donde me veo obligado a asistir cada cierto tiempo.
Deseo hacer un llamado a la comunidad internacional, a los gobiernos democráticos que apoyan nuestra causa, a los buenos amigos de siempre que desde el exilio forzoso, levantan sus voces para que nuestra realidad se conozca y se preserve de alguna manera nuestra integridad, a todos les pido que no permitan que suceda un nuevo suceso como el acontecido al querido hermano Oswaldo Payá, por lo que considero necesario que estas amenazas y persecución a la que estoy siendo sometido, no queden en el ostracismo y que sean extendidas a todos los rincones donde pueda llegar nuestra verdad. 
Quienes me conocen bien saben que no claudicaré ni cederé un ápice en mis principios, los que considero más que justos; saben también que elegí luchar en Cuba, esta es mi trinchera, lo que hace que se incremente el riesgo de ser una víctima más de una acción que puede ser inminente porque de lo que si estoy seguro es que están cocinando algo, no puedo adivinar que es, pero al menos puedo alertar a tiempo lo que podría ser un fatal desenlace.
Sin lugar a dudas me quieren sacar del juego y no encuentran la manera.



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