Artemisa, 15 de febrero de
2015
Por. Gerardo Paez.
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Móvil: 52428723
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| Ing. Gerardo Paez. |
¿Quién
lo iba a decir?, Artemisa, señaladas por muchos como La Cuna de la Revolución
se ha convertido en una cantera de opositores al régimen castrista, un fenómeno
este que contrario a lo que se empeña en repetir el gobierno cubano, de que es
una oposición fabricada desde el exterior, más bien es fruto de largos años de
incapacidad para gobernar una isla de tan solo 11 millones de habitantes.
A
esta incapacidad se une una política de aislamiento dirigida a todo el que
pensara distinto que a través del tiempo fue generando la necesidad de reorganización
de estos grupos marginados, los mismos que hoy conforman la llamada Disidencia.
No
es mentira que en Cuba se puso un freno al desarrollo sometiendo a las personas
a una situación de meros espectadores de los diversos experimentos que
acertados o no, había que tolerar si no se deseaba sufrir las consecuencias.
Pero
Artemisa, con ese gen de rebeldía, herencia de un pueblo que en su momento,
supo levantarse pensando que seguía un gran ideal sin vaticinar el engaño al
que estaban siendo sometidos, retoma hoy nuevamente las banderas de la
libertad, esta vez, guiados por otro ideal y utilizando métodos diferentes.
Dos
organizaciones que han ido adquiriendo un gran reconocimiento dentro de la
población, han establecido una alianza para concertar sus actividades en aras
de hacer más efectivas sus acciones opositoras.
La
Unión Patriótica de Cuba, (UNPACU) y el Instituto Cubano por
la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), han venido desarrollando una serie
de actividades en la ciudad de Artemisa que han puesto muy furiosa a las
autoridades, quienes se sienten incapaces ante tanta osadía.
La manera evidente como
están concertando estas acciones, se percibe en el seno de la población quienes
ya han comenzado a hablar de actos poco efectivos pero sin lugar a dudas muy
atrevidos por los miembros de la ICLEP y de la UNPACU.
Carteles con consignas en
contra del régimen, Boletines que identifican a ambas organizaciones, han
caracterizado el accionar de quienes componen estos grupos, que hasta ahora a
pesar de no ser numeroso, por lo menos se ha hecho sentir y ha demostrado que
la unidad es posible y necesaria para lograr objetivos superiores.
En Artemisa se comienza a
sentir el despertar de un pueblo detenido en el tiempo. La UNPACU y la ICLEP se
están encargando de hacer posible el renacer de tantos sueños
En hora buena…
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